EL CUERPO HUMANO.

El cuerpo humano: nombres y expresiones que se le aplican, y que definen su diferencia con la parte espiritual.

Al cuerpo se le designa, de una forma figurada, con algunos términos que dan la idea de una vasija o receptáculo contenedora del alma y del espíritu:

1. Casa o tabernáculo. 2 Cor. 5:11. “Es la tienda de campaña donde mora el alma peregrina del hombre” en su viaje a la eternidad. En la muerte, “la tienda” es quitada y el alma “parte” a la eternidad” (Pearlman) (Compare Isa. 38:12 con 2 Pedro 1:33-15; Hech. 20:29; 2 Tim. 4:6).

2. Depósito. Se le describe como un depósito, vaso o recipiente contenedor de algo. 2 Tim. 1:12 y 14; Rom. 9:20-23; 2 Cor. 4:7; 1 Ped. 3:7).

3. Vaina o funda. (Daniel 7:15 en el hebreo) “El cuerpo es el estuche o vaina. La muerte es el acto de desenvainar la espada” (Pearlman).

4. Templo. (Juan 2:21; 1 Cor. 6:19) De igual forma que, en el AT, se constituyó el templo para que morase en éste el Espíritu de Dios, así también el cuerpo humano es comparado con un templo donde mora el espíritu del hombre y el de Dios cuando éste controla la vida del hombre.

Es imposible ver al hombre como una entidad indivisible y monotómico. Este modelo se aparta del modelo de Dios quien dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza”. Dios es un Dios tricotómico, y lo que salió de sus manos fue una entidad tricotómica también. Un ser compuesto por el cuerpo, el espíritu y el alma.

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