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miércoles, 5 de octubre de 2011

EL INFIERNO: EL SHEOL Y EL GEHENNA

SHEOL.                                                               



Uso de la palabra en el Antiguo Testamento.


Génesis 37:35: “Y se levantaron todos sus hijos y toda sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el SHEOL. Y lloró su padre”.


Este es el primer pasaje en la Biblia que habla acerca del SHEOL. Jacob vivió alrededor del año 1760 a. C., en aquel tiempo y a esas alturas ya los hombres de Dios especialmente y por revelación, tenían un concepto definido acerca de ese lugar. En ocasión de haber desaparecido José su hijo, devorado por las fieras (según se lo hicieron creer sus hijos, 37:33), su padre Jacob, bajo el desconsuelo y la tristeza de haber perdido a su hijo dijo: “Descenderé enlutado a mi hijo HASTA EL SHEOL”. La pregunta que se suscita aquí es: ¿Creía Jacob que su hijo estaba en la sepultura y hasta allí poder descender enlutado y triste para encontrar a su hijo? El v. 33 nos da la respuesta: “Y él (Jacob) la reconoció y dijo: La túnica de mi hijo es, alguna bestia lo devoró, José ha sido despedazado”.


 Sus palabras son claras cuando dice: “Descenderé enlutado a mi hijo hasta el SHEOL”. Esto nos muestra que Jacob creía que mientras su hijo había sido devorado y despedazado por las bestias. Sin embargo, él sabía también que él podría encontrar a su hijo en el SHEOL, pues su espíritu o alma había ido allí.


Otra evidencia es: Jacob sabía que al SHEOL se podía ir enlutado en su estado consciente aunque tuviera que atravesar los umbrales de la muerte física para encontrar a su hijo.

 Todo esto es una prueba concluyente que el SHEOL NO ERA “EL SEPULCRO COMÚN DE TODA LA HUMANIDAD”, como algunos creen, y estamos dispuesto a quedarnos mejor con la opinión de Jacob y no con la opinión de Rusell y de todos lo que opinan como él.


 Números 16:28-34. En ocasión en que Coré y toda su camarilla rebelde manifestaron su rebeldía contra Moisés en el desierto, éste, apelando a la justicia de Dios en el asunto, dijo: “Mas, si Jehová hiciere algo nuevo y la tierra abriere su boca y los tragase con todas sus cosas y descendieren vivos al Sheol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová”. El versículo 33 dice: “Y ellos con todo lo que tenían, descendieron vivos al SHEOL, y los cubrió la tierra y perecieron en medio de la congregación”.


 Analicemos este pasaje: ¿confundía Moisés el SHEOL con el SEPULCRO? NO. ¿Por qué NO? Porque la petición es: “...y desciendan vivos al SHEOL”. Es evidente que Moisés, al igual que Jacob, creía que a ese lugar se descendía vivo, y no muerto como se desciende “al sepulcro común de toda la humanidad” porque allí, precisamente es donde se colocan los restos mortales de todo individuo que parte de este mundo.


 Como se notará, fueron 250 varones (v. 2) con todas sus familias, inclusive, con todo lo que tenían (v. 32) los que descendieron al SHEOL. Es evidente que ellos no pudieron ir a un sepulcro común, puesto que el sepulcro es un lugar individual, el receptáculo individual del cuerpo, de tal forma que tantas gentes no podían haber cabido allí. Sin dudas, Moisés entendía que el SHEOL era un lugar colectivo donde los que iban allí podían encontrarse y de alguna forma relacionarse.


 El hecho de abrirse la tierra y descender nos explica y aclara el lugar donde ellos creían que se encontraba el SHEOL, o sea, en las profundidades de la tierra. A la vez nos aclara una vez más que el SEPULCRO donde yace hoy el cuerpo de Rusell no era el SHEOL de Moisés y estamos en mejor disposición de quedarnos con las opinión de Moisés que no con la de la Watchtower.


 Deuteronomio 32:22: “Porque fuego se ha encendido en mi ira, y arderá hasta las profundidades del SHEOL...” Este pasaje nos aclara y enseña el sitio donde se encontraba ubicado el SHEOL. La frase “las profundidades del SHEOL” Nos muestra claramente que no se refiere al “sepulcro ruselista” ya que éste se hace a flor de tierra por el hombre, mientras el que SHEOL no se cava y está en las profundidades de la tierra.


 Salmo 86:13: “Porque tu misericordia es grande para conmigo, y has librado mi alma de LAS PROFUNDIDADES DEL SHEOL”. Este versículo nos muestra dos cosas tocante a lo que creía el salmista sobre el Sheol: a) Que lo que libró del Sheol fue su alma, su parte espiritual, y no su cuerpo, que iría a la sepultura; b) Que como los demás el creía que este lugar estaba en “las profundidades de la tierra” y no en la superficie como sería en el caso de un sepulcro.


 Salmo 55:15: “Que la muerte los sorprenda; desciendan vivos la Sheol porque hay maldades en su morada, en medio de ellos”. Es interesante el aspecto que revela este versículo: Primero dice: “que la muerte los sorprenda” e inmediatamente dice “que desciendan vivos al Sheol. Esto nos muestra una vez más, que al Sheol se descendía vivo, mientras que el cuerpo muerto era puesto en la sepultura. Sería una contradicción en el deseo del salmista, si después de desear la muerte para su enemigo, pidiese que descendiesen vivos al Sheol. La creencia firme del salmista era que, después de la muerte física, lo que quedaba para el alma era el Sheol.


 Salmo 16:10: “Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma, mi carne reposará también confiadamente, porque no dejarás mi alma en el Sheol ni permitirás que tu santo vea corrupción”.


 Hagamos un cuadro antitético y diferencial: “se alegró mi corazón y se gozó mi alma” … “mi carne reposará también...”, “no dejarás mi alma en el sheol” ... “no permitirás que tu santo vea corrupción”.


 Fíjese el paralelismo antitético:


 Alma (hebreo: nefesh) y carne (hebreo: basar).

 “Sheol” y “corrupción” (hebreo shákjat: pozo, abismo (especiamente como trampa); fig. destrucción:-corrupción, foso, hoyo, mazmorra, sepulcro, sepultura).

 "Corazón" y "alma", del versículo 9, están relacionados con "alma" del versículo 10.

"Carne", del versículo 9, está relacionada sinecdóticamente con "santo" (o justo), del versículo 10.


 La conclusión es:


El nefesh no queda en el sheol. El basar no verá shákjat.


 ¿Cómo veían los santos del Antiguo Testamento el Sheol?


 Por todos los textos estudiados, podemos darnos cuenta que los judíos veían el Sheol con temor, “como un lugar de constreñimiento, se refugio para el que huye de las aflicciones de este mundo, de descanso de las ocupaciones de la tierra” (Diccionario Bíblico). Un lugar no irradiado por la refulgencia de la resurrección de Cristo tenía que ser así.


 Tanto los impíos como los justos iban al Sheol. ¿Por qué?


 En el Salmo 9:17, dice: “Los malos serán trasladados al Sheol, todas las naciones que se desvían de Dios”. Comparando este texto con los otros que nos revelan que los justos iban también al Sheol, aparentemente nos encontramos con una contradicción a la justicia de Dios, y podríamos entender que los santos del A. T. tenían la misma suerte que la de los impíos.


 Sin embargo, cuando analizamos la enseñanza general de la Biblia, nos damos cuenta, como Dios, a su debido tiempo, nos ha ido aclarando aquellas cosas que para nosotros nos son incomprensibles. Para contestar el por qué era así tenemos, necesariamente analizar las enseñanzas de Jesucristo y el resto del Nuevo Testamento bajo una revelación mas amplia que la del Antiguo.


 Aquí, en este punto, es que tenemos que acudir a la literatura bíblica griega, como a la literatura griega extrabíblica como elementos reveladores de la verdad.


 GEHENNA.


 Esta otra palabra hebrea, se usa en el Antiguo Testamento para designar un sitio geográfico. Proviene del hebreo "Gai Hinnom" o Valle de Hinom, un lugar a las afueras de Jerusalén (Josué 15:8 y 18:16, 2 Rey.es23:10, 2 Crónicas 28:3 y 33:6, Nehemías 11:30, Jeremías 7:31~32, y 19:2, 19:6 y 32:35). Durante siglos, el sitio fue usado por los cananeos para realizar sacrificios humanos, particularmente niños quemados vivos en honor a Moloc. Israelitas apóstatas lo llegaron a usar para usos similares (ver, por ejemplo, Jeremías 32:35). A partir del siglo VII a.C., se convirtió en el vertedero de desperdicios de la ciudad de Jerusalén, un sitio donde permanentemente se quemaba la basura. Aunque en el Antiguo Testamento fue usada siempre en referencia a ese lugar, el propio Jesús, en el Nuevo Testamento, la usa, así en hebreo, para designar el lugar de tormento eterno (ver: Mateo 10:28; 23:23; Marcos 9:43; Santiago 3:6). 






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